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Introducción
Aunque actualmente el número de pacientes desdentados completos ha disminuido, aún existe un grupo de pacientes que solicita tratamiento tras la pérdida de sus dientes remanentes por periodontitis avanzada. En estos casos se puede encontrar una severa atrofia ósea asociada que dificulta el tratamiento implantológico convencional.
Para poder ser tratados, estos pacientes requerirán de tratamientos regenerativos óseos guiados previos o simultáneos a la colocación de los implantes, para aumentar los rebordes alveolares y así mejorar el pronóstico del tratamiento a largo plazo.
Como se muestra a continuación, en este caso clínico, las actuales técnicas de regeneración ósea guiada (ROG) son una excelente alternativa para la obtención de resultados estéticos satisfactorios en la regeneración de defectos periimplantarios.
Presentación y planificación del caso
Paciente mujer de 60 años, exfumadora y sin antecedentes médicos de interés, acudió a la consulta para sustituir su prótesis parcial removible por una rehabilitación fija.
La paciente presentaba únicamente 3 dientes maxilares remanentes en boca, que en el examen intraoral inicial se observó que no eran mantenibles por motivos periodontales. Además, al análisis tomográfico, se observó una alta reabsorción en anchura de la cresta marginal edéntula.
Se planteó realizar la extracción de las piezas remanentes y colocación de cuatro implantes dentales en el maxilar superior, con regeneración ósea guiada simultánea a la cirugía, y la posterior colocación de una sobredentadura removible sobre pilares Locator.
Fase quirúrgica
Se anestesió a la paciente y se procedió a realizar un colgajo desde la zona de los molares del primer cuadrante a los molares del segundo cuadrante, para colocar cuatro implantes Biomimetic Ocean IC de Avinent de diámetro 3.5mm y 10mm de longitud en las posiciones 12, 15, 22 y 24.
Debido a la anatomía del maxilar y a la colocación protésicamente guiada de los implantes, los dos anteriores fenestraban por apical, quedando fuera del hueso la mitad apical del implante en posición 22 y el tercio apical del 12.
Una vez colocados los implantes se realizó la regeneración ósea guiada utilizando una técnica estratificada, donde la primera capa era de hueso autólogo obtenido durante el fresado biológico de los lechos implantarlos, a bajas revoluciones y sin irrigación, y la segunda capa más externa de xenoinjerto (Genoss, Osteogenos). Se cubrió la regeneración completa con una membrana de colágeno reabsorbible (Evolution STD, osteogenos), fijando la membrana con sutura reabsorbible PGA a periostio para evitar una posterior reentrada para extraer elementos de fijación.
El éxito de la ROG depende de cuatro principios fundamentales conseguidos durante la cirugía y el periodo de cicatrización: un buen cierre primario, angiogénesis, mantenimiento del espacio y estabilidad de la zona de regeneración.
Tras un postoperatorio sin complicaciones, se procedió a la colocación de pilares de cicatrización en una segunda etapa quirúrgica a los 6 meses. En este mismo momento se realizó una cirugía periodontal “Roll Tecnique” para aumentar la cantidad de encía queratinizada alrededor de la emergencia de los implantes, ya que, en los casos de grandes regeneraciones, se produce una migración hacia coronal de la línea mucogingival y se pierde encía adherida. En esta misma cirugía se substituyeron los tapones de cierre de los implantes por pilares de cicatrización.
Transcurridos seis meses de la colocación de los implantes, y observando una correcta cicatrización y maduración de los tejidos blandos, se procedió a tomar impresiones para la confección de la prótesis definitiva removible implantosoportada.
Conclusiones
Un volumen óseo inadecuado puede implicar un desafío para la colocación de implantes de forma correcta para su posterior rehabilitación protésica.Por ello a veces se requiere de tratamientos de regeneración ósea simultáneos a la colocación de los implantes, considerándolas técnicas predecibles en defectos como dehiscencias y fenestraciones.
Mejorar el entorno del tejido blando periimplantario, tanto con fines estéticos como para facilitar el correcto mantenimiento, es una práctica habitual para conseguir una mejor predictibilidad de los tratamientos implantológicos.